JOVEN A TI TE DIGO LEVANTATE

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jueves, 18 de octubre de 2012

Recuerdo constante de Dios


 
La oración es la vida del corazón nuevo. Debe animarnos en todo. Nosotros, sin embargo, olvidamos al que es nuestra Vida y nuestro Todo. Por eso, los Padres espirituales, en la tradición del Deuteronomio y de los profetas, insisten en la oración como “recuerdo de Dios”, un frecuente despertar la “memoria del corazón”: “Es necesario acordarse de Dios más a menudo que respirar” (San Gregorio Nacianceno). Pero no se puede orar “en todo tiempo” si no se ora, con particular dedicación, en algunos momentos: son los tiempos fuertes de la oración cristiana, en la intensidad y en la duración.

El Señor conduce a cada persona por los camino que Él dispone y de la manera que Él quiere. Cada fiel, a su vez, le responde según la determinación de su corazón y la expresiones personales de su oración. No obstante, la tradición cristiana ha conservado tres expresiones principales de la vida de oración: la oración vocal, la meditación y la oración de contemplación. Tienen en común un rasgo fundamental: el recogimiento del corazón. Esta actitud vigilante para conservar la Palabra y permanecer en Presencia de Dios hace de estas tres expresiones tiempos fuertes de la vida de oración.
(Fuente: Catecismo de la Iglesia Católica n| 2697. 2699)


Contemplativos en la Misión

 
Existe un frase extraordinaria, atribuible a san Francisco de Asís: “Predica siempre el Evangelio; hazlo con palabras sólo si es necesario”. Mucho de lo que nosotros hacemos como evangelizadores fluye de lo que somos. Esto significa que nosotros debemos vivir una vida de comunión. Si nuestra tarea es ayudar a los demás a distinguir los importantes momentos de comunión que hubo y hay en sus vidas, entonces tenemos que estar atentos a la experiencia de genuina comunión en nuestra propia vida. Esto requiere que el evangelizador sea contemplativo.

Esta es una palabra que muchos de nosotros asociamos más bien con los santos, los monjes o alguien parecido. Pero yo la estoy usando en un sentido más básico. María, la madre de Jesús fue contemplativa. Ella guardaba en su corazón todas las cosas maravillosas que le
sucedían. Nosotros tenemos que ser contemplativos del mismo modo. Tenemos que estar atentos al movimiento de la gracia de Dios en nuestras vidas, tenemos que movernos cada vez más concientes de nuestra propia participación en la vida de comunión si queremos ayudar a los demás a caminar en esa misma dirección.

(Fuente: “Ser anuncio” Richard Gaillardetz)

¡Jóvenes, que se sepa que son católicos!

 
Jóvenes, tengan el coraje de decir que van a misa el domingo, porque tienen fe; que se confiesan, porque creen en el perdón de los pecados; que estudian, porque quieren superarse…
Pónganse los anteojos de la fe. Tengan un poco más de fe en Dios, para que puedan ver que este mundo es lindo, alegre y entretenido. Los animo a descubrir ese otro mundo en donde haya más estudio, más deporte, más amistad, y en donde se traten entre ustedes con franqueza
La amistad es de a dos, si abro mi corazón para contarte algo, espero que tú también hagas lo mismo. Cuando hay dos corazones que se comunican surge la amistad. Y te animo a que promuevas en primer lugar la amistad con Jesús, Él no te va a fallar, abre tu corazón y cuéntale lo que quieras, y luego guardas silencio para escuchar la respuesta. De esa amistad saldrá una persona libre, buena, optimista y valiente.

No estén pendientes del sacerdote. Ustedes tengan la iniciativa de formar grupos de voluntariado. Vayan a visitar a gente enferma, a niños que están abandonados, organícense para hacer algún concurso de coros o un campeonato deportivo. Fomenten esa amistad, que tiene que ver mucho con un corazón limpio

EL PAPA Y LOS JÓVENES
El Papa reza por ustedes. Para que te des cuenta que la oración es muy importante. Tal vez no se dan cuenta, pero el Papa y el obispo rezan por ustedes. Porque al estar aquí con ustedes quiero fomentar esa amistad, para tratar de conocerlos, de comprenderlos y de que ustedes me conozcan. El asunto está en que ustedes agarren la bandera y digan: vamos a ser parte de la Iglesia.
Que se sepa que son católicos, no lo disimulen. El Papa le pide a la juventud de hoy que vivan limpios, que forjen buenos hogares. Y el Santo Padre también les dice a los jóvenes que necesitamos sacerdotes y religiosas.

ENEMIGOS DE LA JUVENTUD
A ustedes les ha tocado una época complicada, porque en el mundo de hoy hay enemigos de la juventud. Ustedes creen que son libres, pero no lo son, porque en el mundo hay fuerzas grandes que llevan droga, pornografía y sexo a todos los jóvenes.
Traten de ser libres. No se corrompan. Quiero que sean felices, que formen un buen hogar. No quiero que el día de mañana ninguna de ustedes tenga un aborto, quiero ayudarlas para que eso no ocurra. Quiero que el día de mañana vayan a la universidad y puedan ser los futuros líderes del arte, del deporte, de la cultura, de la ingeniería, de la medicina.
Jesús será el que les explique mejor. El Señor, que es bueno, espera mucho de ustedes, no lo defrauden

(Cardenal Cipriani en Lima-Perú - Basado en aica.org)
 


 
 

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